Los mecanizados son los procesos mediante los cuales, se consiguen dar formas determinadas y muy precisas a piezas metálicas. La fresadora es una de las máquinas más utilizadas y, sin ellas, sería imposible la realización de numerosas piezas de carácter industrial. Por eso, saber cómo son, para qué sirven y las partes de una fresadora, es importante si se quiere obtener una forma determinada en un material.
Qué es una fresadora
Las fresadoras son máquinas herramientas que sirven para poder dar formas a piezas mediante eliminación de material. Ya sea madera o metal, son capaces de perforar, desbastar, detallar o cortar cualquier pieza dándole la forma requerida con una gran precisión.
Esto es posible gracias a un elemento cortante denominado fresa, que al contacto con las piezas a tratar, van desprendiendo parte de su estructura, torneando a medida su forma final. Esto puede realizarse manualmente, aunque los modelos más avanzados de fresadoras ya están soportados por complejos programas informáticos capaces de obtener los mecanizados con una exactitud milimétrica.
Para qué sirve y cómo funciona una fresadora
Ahora que sabemos qué es una fresadora, vamos a ver qué se puede hacer con ella. Para poder dar una forma determinada a una pieza, es necesario desprender de ella parte de su volumen. El objetivo de una fresadora es ese; una vez que se sabe las medidas que debe tener una pieza, a través de sus cuchillas, se le va dando la forma y medida necesaria hasta conseguir la geometría necesaria. Y todo esto se realiza por arranque de sus virutas.
Gracias a esto, es posible realizar diferentes operaciones como fresados frontales, angulares, laterales o planos. Al mismo tiempo, permite otras operaciones como molienda de forma y de perfiles. También, puede ser usada para cortar materiales y realizar hendiduras en piezas. Las fresadoras más avanzadas realizan mecanizados complejos con formas helicoidales y cualquier acabado en forma, por muy complejo que sea. Y para realizar todo esto, es necesario conocer a fondo la fresadora y sus partes.
Partes de una fresadora
Aunque en el mercado existen multitud de modelos de fresadoras, vamos a centrarnos en una fresadora universal y sus partes, ya que por más moderna que sea, todas tienen un funcionamiento similar.
Aunque los modelos más avanzados pueden ser máquinas bastante complejas, lo normal es que las partes de una fresadora sean:
- Mesa de trabajo: plataforma regulable en altura donde se inmoviliza la pieza y se somete a su variación de forma.
- Manivelas: y cuando hablamos de manivelas, nos referimos a aquel procedimiento manual o automatizado que permite el desplazamiento de la mesa de trabajo en cualquier dirección, incluyendo su giro sobre su eje vertical. Todo su conjunto, permite la orientación y colocación necesaria de la mesa para dar la forma deseada en el tratamiento de la pieza.
- Cabezal: dispositivo donde se ubican las diferentes piezas de corte. Permite un desplazamiento vertical en sentido a la mesa de trabajo.
- Motor: necesario para dotar de energía a la máquina. Estará diseñado en función de la potencia de la fresadora.
En conclusión
Aunque estas son las partes de una fresadora más comunes, cuanto más avanzado sea el modelo, más versatilidad de movimiento (ejes de movimiento y orientaciones de la herramienta) podrá tener. Al mismo tiempo, los modelos más avanzados, pueden estar manejados por potentes ordenadores, a través de programas en CAD o mediante control numérico.